El sueño es una actividad natural y necesaria dentro de la rutina de cualquier ser humano, y por ello es elemental incluir hábitos y consejos para dormir bien que realmente funcionen.
Esto es aún más importante si tenemos en cuenta que pasamos, al menos, un tercio de nuestra vida durmiendo, sin omitir todos los procesos de reparación física y mental que suceden durante estas horas.
Si quieres saber si estás empleando las técnicas correctas para un buen descanso, o si deseas, en definitiva, mejorar tu sueño, este artículo es para ti.
Un nuevo tipo de epidemia: el insomnio y sus consecuencias
Según estudios, el 30% de la población mundial sufre algún tipo de trastorno asociado a la falta o exceso de sueño y, en la actualidad, los seres humanos dormimos un promedio de 20% menos que hace un par de siglos.
En este sentido, la inmediatez en las comunicaciones y en el estilo de vida propician el surgimiento de estrés y ansiedad.
Esto, junto a otros factores relacionados con la herencia, son la génesis de las tristemente célebres «ciudades que nunca duermen», habitadas por personas que cada día descansan menos.
Entre las consecuencias de no dormir bien, podemos citar:
- Cansancio.
- Dolores de cabeza, cervical o espalda.
- Contracturas musculares.
- Problemas dentales.
7 Consejos para dormir bien y descansar las horas recomendadas
Ahora bien, ¿cuáles son las mejores prácticas para tener un descanso óptimo? Aunque cada persona tiene rutinas distintas, existen algunos hábitos y consejos para dormir bien que pueden funcionar en todos los casos.
De ellos te hablaremos a continuación.
Establece las horas de sueño
Organizar y respetar el horario de descanso es elemental para evitar el insomnio o un sueño inadecuado. Para lograrlo, te recomendamos acostarte y despertarte todos los días a la misma hora.
Evitar las pantallas por al menos 30 minutos antes del descanso, y no tener ninguna distracción antes de comenzar tu ciclo de sueño, también te ayudará a cumplir este objetivo. Además, no olvides no dormir por más de 8 horas.
Prepara el espacio para descansar
Sumado a apagar las luces y, como mencionamos, dejar los aparatos electrónicos a un lado, será necesario que ambientes tu habitación para el descanso.
Usar cortinas oscuras, encender la calefacción o el aire acondicionado, y disminuir el ruido exterior son aspectos claves para que tu cuerpo entre en estado máximo de relajación.
Cuida el horario de tu alimentación
Los alimentos y las bebidas que consumes influyen directamente en la calidad de tu sueño, sin omitir que la hora de la cena también es crucial.
Algunas comidas y otros tipos de consumo (como el cigarro y el alcohol), tienen efectos estimulantes que te mantendrán inquieto durante la noche.
Asimismo, tener el estómago demasiado lleno o demasiado vacío también alterará la consecución del sueño. Incluso, en esos casos es probable que tengas insomnio o interrupciones nocturnas.
Controla las siestas
Dormir en el día es sumamente provechoso, pero es fundamental tomar siestas de la manera correcta. Con esto nos referimos a no tener más de una hora de sueño, y a no hacerla a altas horas de la tarde.
Practica técnicas de relajación
Como ya hemos mencionado, entrar en estado de relajación es el primer paso para cumplir con un descanso óptimo. Otro consejo para dormir bien es practicar actividades para despejar tu mente de las preocupaciones del día.
Existen muchas y muy variadas opciones que podrías usar, pero las más recomendadas son el yoga y la meditación.
Haz actividad física
Hacer ejercicio de manera regular tiene beneficios bastante conocidos, y uno de ellos es propiciar un buen descanso durante la noche.
Por supuesto, la actividad física pesada solo es recomendada durante el día o las primeras horas de la tarde. De lo contrario, es posible que tu cuerpo reciba demasiada estimulación y la manifieste en interrupciones del sueño.
Tener almohadas y colchones adecuados es indispensable
Aunque no se trata exactamente de otro elemento de la lista de hábitos y consejos para dormir bien, esto también tiene una destacada influencia en la calidad de tu sueño.
Para que esta sea la mejor posible, te recomendamos hacer una elección bastante provechosa: colchones y almohadas viscoelásticas.
Al tener la capacidad de adaptar su forma a la anatomía del usuario, los colchones viscoelásticos y las almohadas elaboradas en viscoelástica presentan más ventajas funcionales en comparación con aquellas fabricadas de otros materiales.
De hecho, este tipo de almohadas tiene «efecto memoria», lo cual le permite moldear su forma para adaptarse al peso y a la temperatura corporal.
Al disminuir el deseo de cambiar de posición al dormir, mejora la circulación de la sangre. Además, la naturaleza del material no permite la reproducción de ácaros u otros tipos de organismos nocivos.
Como verás, elegir colchones viscoelásticos y almohadas del mismo material le dará beneficios invaluables a tu descanso.
